En nuestro colegio tenemos niños y niñas que son solidarios con las personas que lo necesitan. Un ejemplo de ello lo tenemos en Candela, una niña de cuarto curso, que ha tenido la genial idea de donar parte de su bonito pelo para hacer pelucas para los niños que padecen cáncer y que lo pierden, debido al tratamiento que reciben para curar su enfermedad.
Según cuenta Candela, la idea se la dio una niña que conoció en un campamento y que había hecho lo mismo.
Toda la historia de este corte tan solidario se la ha contado a todos los niños y niñas del colegio mediante un teatro japonés llamado kamishibai. En él, a través de unos cuantos dibujos realizados por ella y pintados por sus compañeros de clase y con un texto también elaborado por Candela, nos narra como a raíz de un día que se puso enferma y tuvo que quedarse en casa en la cama, decidió cortarse el pelo para evitar esos insufribles tirones cuando hay que peinarlo.
Viendo las imágenes que hay a continuación podéis recordar o imaginar toda la historia.
¡Muchas gracias Candela!
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