BUSCANDO LA PAZ

Había una vez un rey que ofreció un gran premio al artista que fuera capaz de representar en un cuadro la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le gustaron y entre las dos tuvo que elegir.

La primera representaba un lago tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas delicadas montañas y un cielo muy azul con algunas nubes blancas. Los que observaron esta pintura creyeron que reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero eran escabrosas y sin vegetación. Sobre ellas se veía un cielo furioso del que caía una fuerte tormenta. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Este cuadro no parecía nada pacífico.

Pero cuando el rey observó cuidadosamente, vio que tras la cascada había una planta pequeñita que crecía en la grieta de una roca. La planta sostenía un nido. Y allí, en medio del rugir de la violenta caída del agua descansaban tranquilamente cuatro pajaritos.

¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?

El rey escogió la segunda. ¿Sabes por qué?

Porque -explicaba el rey- paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas, debemos de procurar tranquilidad y sosiego en nuestro corazón.

Un 30 de enero de 1948, hace 60 años, fue asesinado Gandhi, uno de los grandes apóstoles de la paz. Por la importancia que Gandhi tuvo en el camino hacia otro mundo posible, esa fecha fue elegida por las Naciones Unidas como día mundial para conmemorar el Día de la Paz.

De entre todas las enseñanzas que Gandhi nos dejó podemos destacar la siguiente:

"NO HAY CAMINO PARA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO"